PAN BLANCO DE MASA RÁPIDA
200 ml. de leche tibia
175 ml. de
agua tibia
200 gr. de harina de repostería
300 gr. de harina de fuerza
50 gr. de harina de centeno o de
escanda
11 gr. de sal, mejor marina
ELABORACIÓN:
Mezclamos la leche y el agua,
añadimos la levadura y la deshacemos. Mezclamos en un bol los ingredientes
secos, es decir, la harina de centeno, la de fuerza y la de repostería. Ponemos
la sal. Añadimos la leche tibia y el agua y mezclamos con cuchara de madera,
hasta que tengamos una masa homogénea.
Dejamos reposar 10 minutos.
Untamos la mesa con un poco de
aceite y volcamos encima la masa. Untamos las manos de aceite, pero muy
ligeramente.
Amasamos 10 segundos. Damos forma de
bola a la masa y volvemos a meterla en el bol, que habremos lavado y untado con
otro poco de aceite.
Tapamos y dejamos reposar otros 10
minutos.
Volvemos a amasarla en la mesa con
aceite y la volvemos a colocar en un bol, tapada y con forma de bola.
Dejamos fermentar hasta que aumenta
el volumen a casi el doble, del volumen inicial.
Dividimos la masa en 2 partes
iguales y hacemos una bola con cada una de ellas. Dejamos reposar otros 5
minutos.
Untamos un rodillo de cocina con
harina, frotando bien, para que se esparza de manera uniforme.
Colocamos una bola de masa con la
parte más uniforme hacia abajo. Extendemos hasta que tengamos una forma ovalada
de unos 15 cm de ancho. Doblamos los dos extremos hacia el centro, donde deben
unirse. A continuación doblamos ese extremo hacia el centro. Hacemos lo mismo
con el otro extremo de la masa. A continuación volvemos a doblar una parte
sobre la otra. Sellamos la parte de unión y rodamos la masa para darle forma de
barra. Presionamos con más fuerza los extremos para que acaben en punta.
Colocamos las 2 barras encima del
paño con la unión hacia arriba. Hacemos pliegues con la tela para sujetar las
barras y que no se nos junten.
Volvemos a dejar fermentar hasta que
doblen el volumen.
Precalentamos el horno a 240º.
Volcamos el pan sobre la bandeja de horno enharinada. Damos unos cortes a las
barras con un cuchillo bien afilado.
Cocemos unos 35 minutos, hasta que
tenga un tono bien dorado. A los 15 minutos bajamos el fuego a 200º para que no
se nos termine quemando.
Al meterlo en el horno espolvoreamos
éste con agua para que coja humedad y la corteza sea más crujiente.
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