miércoles, 19 de agosto de 2015

Mermelada de peras

Es época de mermeladas, ahora ya empiezan los excedentes de frutas, bueno ya sabemos que podemos hacerlas en cualquier época del año, pero cuando mejor están es cuando alcanzan el grado de madurez óptimo.
A mi me encanta hacerlas y mis desayunos son a base de mermelada y tostadas.
Algunas frutas no tienen la suficiente cantidad de pectina para que queden con una consistencia espesa, suelo añadirles algo de manzana bien lavada y con piel, de esa forma espesan ligeramente.
También les suelo poner, sobre todo a las menos ácidas zumo de limón, me gusta el sabor que deja y además evita que las frutas se oxiden y que el almíbar que se forma al cocer el azúcar con los líquidos que suelta la fruta se escarche.
Para mí es también muy importante el contenido de azúcar, sobre todo si no vais a esterilizarlas, en ese caso se debe poner más del 60% del peso de la pulpa de la fruta. Estaría bien un 65 por ciento.
Si las esterilizáis podéis poner la cantidad que más os guste.
Otra cosa muy importante es que los recipientes estén bien limpios y esterilizados.
Para que se conserven sin problemas debéis espumar la mermelada, al mismo tiempo que va formándose la espuma, durante la cocción.
Cocerla a fuego lento, mejor en cazuela con fondo  grueso y removiendo frecuentemente.
En algunos casos les pongo también vainilla, canela, también algunas veces pongo algún vino o licor, os iré poniendo alguna receta para que podáis aprovechar esa fruta que muchas veces se nos acaba estropeando.
El tiempo de cocción depende un poco de la dureza de las frutas.
Espero que obtengáis buenos resultados.
Os paso la receta:




                               MERMELADA DE PERAS

1 kg. de peras                                                          
720 gr. de azúcar
Vainilla en rama                                                     
Zumo de medio limón
1 manzana                                                              
Una copa de vino blanco

ELABORACIÓN:

Lavamos cuidadosamente las peras y la manzana, les quitamos los rabitos, las cortamos en cuatro y retiramos las semillas, no vamos a tirarlas porque pueden sernos de utilidad.
Ponemos las peras y las manzanas cortadas en trozos en una cazuela, a ser posible de fondo grueso y les añadimos el vino blanco y  el zumo de limón.
Incorporamos también la vainilla. 
Ponemos a fuego suave y comenzamos a cocerlas despacio.

Incorporamos el azúcar y seguimos cociendo, removemos frecuentemente.
A lo largo de la cocción irá saliendo espuma en la superficie de la mermelada, iremos espumando, de la misma forma que hacemos con los potajes.
Cocemos hasta que la mermelada comienza a espesar y toma un color transparente.
Se retira del fuego, dejamos que enfríe y entonces la envasamos en los frascos que ya tendremos esterilizados.
Si vamos a triturarla retiramos antes la vaina de vainilla.



NOTA:
Como os comenté anteriormente las semillas de algunas frutas y en el caso de las manzanas la piel, son las que contienen la pectina, que es lo que hace espesar a las mermeladas.
Un truco para que espesen mejor es ponerlas dentro de unas bolsas de gasa, que podemos hacer nosotros mismos,  y las atamos con un hilo de cocina largo.  A continuación podemos atar la bolsa al asa de la cazuela y dejarlo dentro durante la cocción, procurando que no se nos rompa al remover.



miércoles, 12 de agosto de 2015

Rollitos de merluza rellenos de verduras

En esta ocasión rellené esta pescadilla, pues no llegaba a merluza, con unas verduras. Es época de comida más sana y ligera, para no ganar kilos. 

A la salsa le puse un poco de soja y de curry y gustó mucho.
La hice durante los últimos días del curso de la Luz. Algunas veces la hago con filetes de lenguado o de gallo. 

No lo hagáis con unos filetes demasiado grandes, pues corréis el riesgo de que os queden poco hechos por dentro.
Si os apetece podéis acompañarlo con unas patatas al vapor.
A ver si os gusta la receta.



ROLLITOS DE MERLUZA RELLENOS DE VERDURAS CON SALSA ORIENTAL

4 filetes de merluza sin piel                               
2 zanahorias medianas
1 puerro                                                             
40 gr. de paleta ibérica
Aceite de oliva
Salsa:
1 tomate maduro 
1 c/s de salsa de tomate                                               
1 chorrito de aceite de oliva
1 c/c de salsa de soja                                         
1 c/c de curry
100 ml. de nata

ELABORACIÓN:

Cortamos en bastones finos la zanahoria y el puerro. Salteamos en un chorro de aceite, por separado.
Ponemos los filetes entre papel film y los aplastamos ligeramente con ayuda de una espalmadera, o con la base del mortero, para poder enrollarlos mejor.
Volvemos a cortar trozos de film limpios lo suficientemente grandes para poder enrollar dentro cada filete, por separado.
Colocamos cada filete sobre un trozo de papel film y repartimos entre ellos las tiras de verduras. Salpimentamos y enrollamos.
Cerramos los paquetes y atamos bien. Cocemos en agua caliente durante unos 5 ó 6 minutos.

Para hacer la salsa ponemos el aceite en una sartén, pelamos y troceamos menudo el tomate y lo sofreímos. Antes de que haya soltado toda el agua le incorporamos la soja, el curry y la nata. Ponemos a fuego medio y dejamos hasta que espese y reduzca ligeramente.
Trituramos y reservamos.
Hacemos el jamón en la sartén vuelta y vuelta, con media cucharada de aceite.
Repartimos el jamón entre los platos. Ponemos un poco de salsa debajo y sobre ella colocamos el rollo de merluza.
Si los filetes son más gruesos en lugar de enrollarlos los hacemos en papillote. En ese caso ponemos un trozo de merluza con la piel hacia abajo sobre papel aluminio, encima colocamos una parte de las verduras y encima el otro trozo de merluza con la piel hacia arriba, como si fuésemos a hacer una cachopo. 
Cerramos los papeles de aluminio, procurando que quede hueco, para que forme una bolsa de aire, y horneamos unos 12 minutos, dependiendo del tamaño de la merluza.





domingo, 9 de agosto de 2015

Rosquillas de anís glaseadas


Tengo por el blog otra receta de rosquillas.
Están muy bien las rosquillas, me recuerdan las tardes de invierno, largas y sombrías. Tardes al calor de una cocina de carbón, con mis abuelos, mi madre y mi perrito. Mi padre, el pobre trabajaba jornadas intensas y no llegaba hasta bien entrada la noche.
Yo tengo perro desde que tenía 7 años, casi no recuerdo mi vida sin un perrito al lado. Siempre me encantaron los animales, especialmente los perros. Uno de mis perros, Larry, era muy goloso. En aquellos tiempos no sabíamos que el dulce era malo para ellos.
Cada vez que hacíamos algún postre él estaba rondando cerca.
Siempre creí que él no sabía que era un perro, comía lo mismo que nosotros, incluida la fruta y era mi compañero de juegos.
Como os decía cada vez que había algo dulce en casa era el primero en probarlo. Mi "güela Concha" también era muy golosa y siempre teníamos alguna cosa en casa. Ella hacía unas rosquillas muy buenas, pero no conservé la receta. Cuando hago alguna de las recetas que hacía mi abuela o parecidas la recuerdo.
Estas que hoy os ofrezco son muy ricas y creo que van a gustaros mucho.
Os paso la receta.


                             ROSQUILLAS DE ANÍS GLASEADAS

2 huevos extra grandes                                                        
250 gr. de azúcar
125 ml. de aceite                                           
1 corteza de limón
3 papeletas de gaseosa                                  
120 ml. de leche
Media copa de anís                                       
½ c/s de anís estrellado
700 gr. aproximadamente de harina
Pizca de sal
           
Baño de las rosquillas:
Azúcar glas                                                 
Chorrito de anís
Chorro de agua

ELABORACIÓN:

Freímos el aceite con la corteza de limón y los anises estrellados y dejamos enfriar.
Batimos los huevos con una pizca de sal y el azúcar hasta que están cremosos, añadimos el aceite frío y colado, la leche, y el anís.
Ponemos las gaseosas y mezclamos todo bien.
Agregamos la harina y la amasamos hasta que tenga una textura lisa y homogénea.



Las tapamos y dejamos reposar media hora
Formamos las rosquillas, cogiendo pequeños trocitos de la masa y estirándolos de forma cilíndrica. 
Al final unimos los extremos y freímos en aceite bien caliente.
Vamos bañándolas en una glasa que haremos con azúcar glas y anís rebajado con un poco de agua. 
Pondremos líquido suficiente hasta conseguir una textura como de una nata espesa.