Es época de mermeladas, ahora ya empiezan los excedentes de frutas, bueno ya sabemos que podemos hacerlas en cualquier época del año, pero cuando mejor están es cuando alcanzan el grado de madurez óptimo.
A mi me encanta hacerlas y mis desayunos son a base de mermelada y tostadas.
Algunas frutas no tienen la suficiente cantidad de pectina para que queden con una consistencia espesa, suelo añadirles algo de manzana bien lavada y con piel, de esa forma espesan ligeramente.
También les suelo poner, sobre todo a las menos ácidas zumo de limón, me gusta el sabor que deja y además evita que las frutas se oxiden y que el almíbar que se forma al cocer el azúcar con los líquidos que suelta la fruta se escarche.
Para mí es también muy importante el contenido de azúcar, sobre todo si no vais a esterilizarlas, en ese caso se debe poner más del 60% del peso de la pulpa de la fruta. Estaría bien un 65 por ciento.
Si las esterilizáis podéis poner la cantidad que más os guste.
Otra cosa muy importante es que los recipientes estén bien limpios y esterilizados.
Para que se conserven sin problemas debéis espumar la mermelada, al mismo tiempo que va formándose la espuma, durante la cocción.
Cocerla a fuego lento, mejor en cazuela con fondo grueso y removiendo frecuentemente.
En algunos casos les pongo también vainilla, canela, también algunas veces pongo algún vino o licor, os iré poniendo alguna receta para que podáis aprovechar esa fruta que muchas veces se nos acaba estropeando.
El tiempo de cocción depende un poco de la dureza de las frutas.
Espero que obtengáis buenos resultados.
Os paso la receta:
MERMELADA DE PERAS
1 kg. de
peras
720 gr. de azúcar
Vainilla en
rama
Zumo de medio limón
1 manzana
Una copa de vino blanco
ELABORACIÓN:
Lavamos
cuidadosamente las peras y la manzana, les quitamos los rabitos, las cortamos
en cuatro y retiramos las semillas, no vamos a tirarlas porque pueden sernos de
utilidad.
Ponemos las
peras y las manzanas cortadas en trozos en una cazuela, a ser posible de fondo
grueso y les añadimos el vino blanco y
el zumo de limón.
Incorporamos
también la vainilla.
Ponemos a fuego suave y comenzamos a cocerlas despacio.
Incorporamos el
azúcar y seguimos cociendo, removemos frecuentemente.
A lo largo de la
cocción irá saliendo espuma en la superficie de la mermelada, iremos espumando,
de la misma forma que hacemos con los potajes.
Cocemos hasta
que la mermelada comienza a espesar y toma un color transparente.
Se retira del
fuego, dejamos que enfríe y entonces la envasamos en los frascos que ya
tendremos esterilizados.
Si vamos a
triturarla retiramos antes la vaina de vainilla.
NOTA:
Como
os comenté anteriormente las semillas de algunas frutas y en el caso de las
manzanas la piel, son las que contienen la pectina, que es lo que hace espesar
a las mermeladas.
Un
truco para que espesen mejor es ponerlas dentro de unas bolsas de gasa, que
podemos hacer nosotros mismos, y las
atamos con un hilo de cocina largo. A
continuación podemos atar la bolsa al asa de la cazuela y dejarlo dentro
durante la cocción, procurando que no se nos rompa al remover.
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