domingo, 9 de agosto de 2015

Rosquillas de anís glaseadas


Tengo por el blog otra receta de rosquillas.
Están muy bien las rosquillas, me recuerdan las tardes de invierno, largas y sombrías. Tardes al calor de una cocina de carbón, con mis abuelos, mi madre y mi perrito. Mi padre, el pobre trabajaba jornadas intensas y no llegaba hasta bien entrada la noche.
Yo tengo perro desde que tenía 7 años, casi no recuerdo mi vida sin un perrito al lado. Siempre me encantaron los animales, especialmente los perros. Uno de mis perros, Larry, era muy goloso. En aquellos tiempos no sabíamos que el dulce era malo para ellos.
Cada vez que hacíamos algún postre él estaba rondando cerca.
Siempre creí que él no sabía que era un perro, comía lo mismo que nosotros, incluida la fruta y era mi compañero de juegos.
Como os decía cada vez que había algo dulce en casa era el primero en probarlo. Mi "güela Concha" también era muy golosa y siempre teníamos alguna cosa en casa. Ella hacía unas rosquillas muy buenas, pero no conservé la receta. Cuando hago alguna de las recetas que hacía mi abuela o parecidas la recuerdo.
Estas que hoy os ofrezco son muy ricas y creo que van a gustaros mucho.
Os paso la receta.


                             ROSQUILLAS DE ANÍS GLASEADAS

2 huevos extra grandes                                                        
250 gr. de azúcar
125 ml. de aceite                                           
1 corteza de limón
3 papeletas de gaseosa                                  
120 ml. de leche
Media copa de anís                                       
½ c/s de anís estrellado
700 gr. aproximadamente de harina
Pizca de sal
           
Baño de las rosquillas:
Azúcar glas                                                 
Chorrito de anís
Chorro de agua

ELABORACIÓN:

Freímos el aceite con la corteza de limón y los anises estrellados y dejamos enfriar.
Batimos los huevos con una pizca de sal y el azúcar hasta que están cremosos, añadimos el aceite frío y colado, la leche, y el anís.
Ponemos las gaseosas y mezclamos todo bien.
Agregamos la harina y la amasamos hasta que tenga una textura lisa y homogénea.



Las tapamos y dejamos reposar media hora
Formamos las rosquillas, cogiendo pequeños trocitos de la masa y estirándolos de forma cilíndrica. 
Al final unimos los extremos y freímos en aceite bien caliente.
Vamos bañándolas en una glasa que haremos con azúcar glas y anís rebajado con un poco de agua. 
Pondremos líquido suficiente hasta conseguir una textura como de una nata espesa.




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