viernes, 6 de septiembre de 2013

CROQUETAS DE GAMBAS Y BACALAO

A la mayoría de la gente le gustan las croquetas. A mi, personalmente me encantan. Mi abuela Concha las hacía riquísimas. Ella cocinaba en casa y cocinaba muy bien.

Yo me crié con mis padres y mis abuelos. Tuve la suerte de poder vivir todos juntos. ¡Qué enriquecedores son para los niños las figuras de los abuelos! No hay día de mi vida, que no los recuerde.

Como os decía antes, mi abuela era la que cocinaba en casa, mi madre solía hacer otras tareas. Recuerdo alguno de sus platos con una nostalgia terrible. Qué paciencia pelando las patatinas nuevas. La carne guisada, a la que luego le añadía esas patatas, fritas muy despacio, la carne asada, los pescados al horno, los bizcochos de nata...

A mi abuela Concha le encantaba el sabor de la mantequilla. A mí también.

Siempre hacía las croquetas cociendo mucho la harina, para que quedaran sin el sabor a la harina cruda. 

Yo sigo haciéndo las croquetas de jamón, como ella las hacía.

Esta receta no es suya pero me hizo recordarla. Espero que os guste.








               CROQUETAS DE GAMBAS Y BACALAO

80 gr. de harina                                            
80 gr. de mantequilla
2 dientes de ajo                                            
1 cebolla pequeña
¼ de pimiento italiano                                 
Un chupito de vino blanco
150 gr. de gambas peladas                           
200 gr. de bacalao desalado
1/2 litro de leche
Sal                                                                
Pimienta
Nuez moscada



ELABORACIÓN:

Tendremos el bacalao desalado y bien escurrido. Para esta preparación, podéis utilizar migas de bacalao.
Calentamos la leche y la reservamos caliente.
Picamos en brunoisse los ajos, la cebolla y el pimiento. Pochamos las verduras en la mantequilla, a fuego suave. 
Una vez doraditas ponemos las gambas troceadas y el bacalao desmenuzado. 
Rehogamos y añadimos el vino blanco. Damos un hervor hasta que se evapore el vino y ponemos la harina. 



Rehogamos y vamos añadiendo despacio la leche caliente. Mientras ponemos la leche, vamos removiendo, sin parar. De esta forma evitaremos que se formen grumos.
Cocemos bien, así, las croquetas estarán mucho más ricas. Probamos de sal, porque el bacalao tiende a salarlas, y si es necesario rectificamos. 
Añadimos también la pimienta y la nuez moscada.
Ponemos la mezcla en una fuente y la extendemos. Tapamos con film y dejamos enfriar. Una vez frías las metemos en la nevera, al menos una hora.
Hacemos las croquetas. Las rebozamos en harina, en huevo y pan rallado.
Freímos en abundante aceite caliente y cuando las saquemos las ponemos a escurrir 
sobre papel absorbente.









 



























1 comentario:

  1. Que curioso, las hago o de gambas o de bacalao pero de las dos cosas no y claro, tienen que estar divinas.
    Besazos.

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