Las galletas de nata son una de las recetas que más nostalgia me provocan. De niña mi tía abuela Caridad, hermana de mi "güela" Concha, las hacía tan ricas que las "bordaba", como decimos nosotros.
Yo sabía la receta de memoria, pero siempre confiando en que mi tía estaba allí para hacerlas. De esa forma llegó un día en que mi tía ya no se acordaba de cómo se hacían y a mí ya nunca me salieron igual que a ella. Yo era una chavalina y aunque ya me encantaba cocinar, no prestaba tanta atención cómo debiera.
Seguí en mi intento de hacerlas, hice un ciento de ellas, todas riquísimas, pero no tenían el mismo sabor que las de ella.
Las natas ya no son las que eran, antiguamente iban guardándose cada día, después de hervir la leche. Según iban pasando los días, se iban poniendo un poco ácidas, y era precisamente esa acidez, lo que me encantaba para hacer tartas o bizcochos.
Esta receta es de Nedi, una alumna mía del Centro de Mayores de la Luz. Ella tuvo la gentileza de dármela. Es la más parecida de todas las que hice, a la de mi tía. Espero que os guste.
Para esta receta utilicé nata que me había regalado mi amiga Digny, la dejé varios días para que se pusiera ligeramente ácida.
GALLETAS DE NATA DE
NEDI
100
gr. de nata
125
gr. de mantequilla
2
yemas de huevo
1 taza de
té de azúcar
1
c/postre de levadurina o de bicarbonato
Pellizco
de sal
Harina,
la que lleve
ELABORACIÓN:
En
primer lugar dejamos la mantequilla a temperatura ambiente, al menos durante
una hora.
Ponemos
en un bol las yemas de huevo y la nata, añadimos la mantequilla cortada en
trocitos y la sal. Incorporamos el azúcar y la sal. Mezclamos bien.
Tamizamos
la harina, vamos añadiéndola a la mezcla del bol y removemos con espátula de
madera. Cuando ya nos empiece a costar trabajo unir la masa, retiramos la
espátula y seguimos amasando con las manos.
Pondremos
sólo la cantidad de harina necesaria, para que la masa no se pegue a las manos.
Amasamos hasta que los ingredientes estén unidos y formamos una bola.
Metemos
media hora en la nevera.
A
continuación extendemos con ayuda de un rodillo y cortamos, con los moldes que
nos gusten.
A
mí me sobró un poco de mazapán y les puse un copete a cada una de ellas, pero no es necesario.
Para
la receta del mazapán podéis seguir las mismas indicaciones que para la
cubierta de la Reina Victoria. Teneis aquí el enlace: http://yosoycocinera.blogspot.com.es/2013/01/tarta-reina-victoria.html
Una
vez hechas y ya frías, las guardamos en latas, cerradas herméticamente.
Es eso Yoli, la nata de antes es imposible de conseguir y ese es el sabor que tú buscas.
ResponderEliminarTodos nuestros mayores tendrían que escribir esas recetas maravillosas antes de que sea tarde.
Un beso.
Yolanda Fernández1 de septiembre de 2013, 3:36
Tienes razón, parece que siempre van a estar allí para nosotros y el tiempo va pasando y te acuerdas cuando ya es demasiado tarde.
ResponderEliminarRespecto a la nata me la regaló Digny y es lo más parecido a la de antes, de todas formas la deje unos días para que se pusiera un poco ácida.
Un beso