STRUDEL DE MANZANA O APPLESTRUDEL

Seguimos en época de manzanas, yo creo que ya comenté que tenemos unos amigos que tienen una finca preciosa y siempre nos dan una gran cantidad de fruta. Tenemos la suerte de poder comer una fruta riquísima, nada parecido a la que se puede comprar. 

En esta ocasión lo utilicé para hacer la compota del strudel, pero hoy estuve haciendo también un dulce de manzana que me quedó buenísimo. Os pondré también la receta por si os apetece hacerlo en esta época que las manzanas están en su punto y más baratas que en otro momento del año.

Este postre se cree que proviene de los armenios, más tarde fue en Viena, donde lo modificaron y hicieron de este pastel un clásico imprescindible, de la repostería vienesa.

La receta original no lleva hojaldre, es una pasta hecha con harina, agua, sal y aceite. Una vez amasada se estira y se deja lo más fina posible, casi transparente. Para hacerla más sencilla se suele hacer con el hojaldre. 

Aunque no lleva orejones, a mí me encantan y los puse en la receta. Nos gusta mucho y suelo hacerla a menudo.

               STRUDEL DE MANZANA O APPLESTRUDEL

1 paquete de masa de hojaldre

3 manzanas reineta

Puñado de pasas sin semillas

Puñado de orejones, yo puse de albaricoque

1 trocito de canela en rama

Puñadito de pan rallado

4 c/s de azúcar

Chorro de vino blanco

ELABORACIÓN:

Si las uvas pasas están muy secas las ponemos a remojo en un poco de agua tibia.

Troceamos los orejones y los reservamos.

Pelamos las manzanas y las troceamos. Ponemos en un cazo con un buen chorro de vino blanco y la canela. Cocemos unos minutos.  

Al final añadimos las uvas pasas y los orejones troceados.

Antes de que se deshagan las retiramos del fuego y las ponemos en una fuente, extendidas.

Deben enfriar antes de ponerlas sobre el hojaldre.

Ponemos el hojaldre sobre una superficie de trabajo  enharinada. Colocamos encima la compota de manzana con las uvas pasas y los orejones sobre toda la superficie del hojaldre, excepto unos 10 cm de uno de los bordes. Espolvoreamos el pan rallado encima de la compota.

Vamos enrollando,  empezando por la parte que tiene relleno y dejamos para el final la parte que no lo tiene. Si lo extendiésemos sobre todo el hojaldre, a la hora de enrollar, el relleno se escaparía.

Doblamos los bordes laterales.

Ponemos con la parte del cierre hacia abajo, en placa de horno, sobre un papel vegetal y pintamos con huevo batido.

Cocemos a 180º hasta que veamos que dora, unos 30, ó 35 minutos.

Podemos servirlo tibio y acompañado de un helado de vainilla.