Ya se están terminando las fresas, pero todavía se pueden encontrar algunas muy ricas. Esta tarta la hicimos el pasado viernes en el Centro de Mayores de la Luz. Fue nuestro último día de clase, nos despedimos hasta después del verano, mejor dicho, hasta septiembre.Como os decía era un día de despedida y a ninguno nos apetecía trabajar mucho. Para seros sincera, ni siquiera hicimos, en esta ocasión la pasta quebrada. Era de una marca comercial. Quiero deciros con ésto, que podeis hacerlo en casa, en un plis plas. La combinación queso fresco y nata va genial para las fresas, al menos a mí me encanta. No sé si ya lo habré comentado alguna vez que mi abuela iba a comprar un requesón en la temporada de fresas, que hacían en la zona del Pico. Lo mezclabamos con las natas caseras y con azúcar. Mi abuela lo aligeraba con un poco de leche, según lo iba necesitando la mezcla. Son recuerdos gastronómicos y sentimentales entrañables para mí, que ya no salen igual, porque la nata que ahora se comercializa no tiene nada que ver con aquella que ibamos guardando a diario, después de hervir la leche y enfriarla. Aquella nata deliciosamente ácida que dejaba un sabor tan bueno en bizcochos, galletas y demás preparaciones dulces.
Os paso la receta y espero que os guste:
TARTA DE FRESAS CON QUESO MASCARPONE Y NATA
½ kg. de
fresas
120 gr. de azúcar glas
250 gr. de queso
Mascarpone
200 ml. de nata
Una plancha de
pasta quebrada
Ponemos sobre una base de tarta la plancha de masa quebrada. Recortamos los bordes a la medida de la tartera. Le ponemos por encima un papel de aluminio, presionamos sobre la masa para que las paredes no se bajen y para que no suba la base, y la horneamos en blanco en horno precalentado a 180º. Cocemos con el papel hasta que veamos que los bordes comienzan a dorar. En ese punto retiramos el papel y seguimos horneando hasta que la base tambien dore ligeramente.
Sacamos del horno y dejamos que enfríe totalmente.
Tendremos la nata bien fría, lo mismo que el queso.
Ponemos la nata y el queso mascarpone en un bol, junto con el azúcar. Montamos a velocidad alta y cuando tengamos la base de la tarta fría ponemos sobre ella el batido.
Decoramos con las fresas, en láminas o enteras si son pequeñas.
Podemos terminar de decorar la tarta con un glaseado de los que ya vienen preparados para darle brillo.
También podemos espolvorear azúcar glas. En esta ocasión fue lo que hice.
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