Para los que no habéis probado nunca el pato os lo recomiendo. A mí me encanta. Especialmente los muslos de pato confitados. Es una solución ideal para una celebración y además es fácil, fácil, sólo hay que desmenuzar el pato, ya viene listo para comer.
Esta receta la vi en un especial de Navidad de la revista Lecturas y me encantó. Yo la modifiqué ligeramente y le añado cebolla confitada y la patata la pongo a cocer en leche.
Podéis añadir almendras laminadas, en lugar de piñones, también queda muy bien.
Para estas fiestas que se avecinan es una opción estupenda.
Espero que os guste.
PASTEL DE CONFIT DE PATO CON PATATAS PIÑONES
2 confit de pato
650 gr. de patatas
400 ml. de
leche
Aceite de oliva
Puñado de
piñones
1 bolsa de rúcula
Sal y
pimienta
Vinagre balsámico
Cebolla
confitada
Mermelada
de frutos rojos
Zumo de
limón
Fondo de carne
ELABORACIÓN:
Dejamos un
tiempo los confits de pato fuera de la nevera para que podamos manipularlos con
facilidad.
Retiramos la
piel y toda la grasa que podamos. Desmenuzamos la carne y la reservamos.
Pelamos las
patatas, las troceamos y las ponemos a cocer en una cazuela con la leche y una
pizca de sal. Cuando al pincharlas estén tiernas las retiramos de la leche y
las aplastamos con un tenedor. A la hora de comerlas está bien encontrar
algunos trocitos de patata.
Pelamos la
cebolla (1 kg.), la cortamos en juliana fina y la confitamos hasta que se ponga
dorada. En ese momento salpimentamos y añadimos un poco de azúcar y un chorro
de Oporto. Seguimos cociendo hasta que el azúcar caramelice.
Ponemos la
mermelada en un cazo. Añadimos un chorro
de zumo de limón, un chorrito de Oporto y una cucharada de fondo de carne.
Ponemos una pizca de sal y pimienta.
Cocemos unos
minutos y retiramos del fuego.
En una bandeja
de horno ponemos un aro de pastelería, metemos dentro del molde la carne del
confit desmenuzada y un poco de su propia grasa, para que quede más jugoso.
Sobre el confit ponemos una capa fina de la cebolla confitada y encima
colocamos el puré de patata.
Espolvoreamos
los piñones sobre las patatas y horneamos hasta que vemos que los piñones
empiezan a tostar.
Acompañamos de
un puñado de rúcula aliñada con aceite de oliva y vinagre balsámico, sal y
pimienta y de unos hilos de la mermelada de frutos rojos.
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